Un WhatsApp que me envió mi cuñado en febrero abrió un nuevo capítulo en mi mundo joyero: la alta joyería. Pablo me pidió el anillo de compromiso para mi hermana (podrás imaginar mi emoción y la forma en que grité de alegría).
Después del hype, vino mi preocupación porque no sabía cómo hacer un anillo de compromiso. No sabía cómo trabajar con diamantes y piedras de corte brillante. Tampoco sabía cómo hacer anillos con engastes elegantes y un anillo de compromiso para mi hermana no podía ser de plata 950, entonces volví a ser alumna en mi querida Escuela de Claudia Correa.
Se habla de alta joyería cuando trabajamos metales preciosos como el oro o el platino y usamos piedras preciosas. El desafío personal es hacer joyería más lujosa, para compromiso y matrimonio, pero manteniendo mi estilo minimalista y sutil.
Desde febrero que estoy aprendiendo y ha sido intenso, pero fascinante. Que mi cuñado me haya hecho un encargo tan especial fue el puntapié y voy a expandir mi marca.
Pronto habilitaré un catálogo de anillos de compromiso. Algo pequeño, no más de 3 modelos (es lo que he aprendido) y puede ser con oro blanco/rosa/amarillo, plata paladio, platino.