¿Te ha pasado que te metes con tus joyas al mar o piscina y salen super negras? quizás por tu cabeza pasó que te engañaron y tus joyas no son de plata, sino que son de metales de fantasía, pero la verdad es que es completamente normal.
La plata reacciona a los componentes del ambiente. En el caso del mar, este tiene un alto índice de azufre y ácido sulfhídrico (provocado por la descomposición de material orgánico)... y la plata es muy sensible a esto, por lo que su reacción se traduce en una pátina oscura que mancha el metal.
En el caso de la piscina, el agua tiene mucho cloro y la plata se afecta en segundos.
Siempre recomendamos no usar tus joyas en la playa o piscina, pero si ya lo hiciste y estás con mucha pena y lata, te dejo este consejo para recuperarla:
- Pon una capa de papel aluminio en un pocillo.
- Llénalo con agua tibia y agrega una cucharada de bicarbonato de sodio.
- Sumerge tus joyas por 20 minutos y luego de ese tiempo, cepilla suave con un cepillo de dientes.
- Retira, enjuaga y seca MUY BIEN.
El bicarbonato ayuda a neutralizar el sulfuro y hace que la capa negra se desprenda más fácil.
Eso sí, este tip es para casos muy especiales, porque es un método de limpieza fuerte. Para el uso cotidiano, cuando ves que tu joya está un poco opaca, te va a servir usar un pañito especial o limpiar con agua tibia y un jabón neutro.